Llevabas esa blusa, la que tiene los botones en la espalda.
Por un momento, imaginé que desabrochaba el primer botón.
Te besaba tímidamente en el cuello.
Tu girabas lentamente la cabeza para mirarme a los ojos.
Entonces nos acercábamos poco a poco, sin prisas, porque teníamos todo el tiempo del mundo.
Entonces nuestros labios se palparon y se tocaron.
Comenzaban a moverse rítmicamente, sin un camino definido.
Entonces nuestras lenguas se cruzaban y dejábamos el tiempo pasar.
Un cálido abrazo acabaría con ese momento perfecto.
Ese beso marcaría el inicio de una preciosa relación.
Y dejo de imaginar.
Shawn
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Dinos qué piensas de nuestros escritos.