El pobre fantasma de Okiku se aparecía junto al pozo cada noche mientras contaba hasta nueve platos imaginarios, pero al llegar al décimo rompía a llorar lamentándose. Aoyama enloqueció escuchando los sollozos del fantasma y se suicidó.
Hay muchas versiones de esta historia que incluyen también a la esposa del samurai que cuentan que fue ella la que rompió el plato a propósito para echarle las culpas a Okiku por celos. En otras aparece un romance secreto entre Aoyama y Okiku pero el argumento general es el narrado anteriormente.
Espero que les gustase. Claix

Me encanta. :)
ResponderEliminarBuena historia, :)
ResponderEliminar