Él y Ella
Él siempre había dicho que eso no iba consigo. Siempre había visto el amor como algo lejano y superfluo. Pero todo llega y una persona no puede elegir cuándo y de quién enamorarse. Un flechazo supuso para él una condena.
Todo empezó como algo sin importancia. Él no era consciente de que aquella tontería supondría un cambio drástico y sin remedio. Ella avivaba las llamas de su hoguera de sentimientos, pero él, como todo, ocultaba lo que sentía. Aunque no duraría mucho tiempo su amor oculto, y ante las posibilidades de poder ser correspondido más fuerte se hizo lo que sentía. El conocimiento por parte de ella de su amor en un principio sería algo beneficioso, pero lo que no sabía él es que todo aquello desembocaría en una cruel sentencia. Sólo confiaba en ella. Ella le hizo ver que no existía nadie más en el mundo. Le ofreció todas las esperanzas e ilusiones. Él, considerando a las demás personas menos importantes y prescindibles, fue apartando a amigos y familiares, pues sólo le daba prioridad a ella. Todo fue bien. Los lazos se estrechaban cada vez más y finalmente se hizo oficial su amor mutuo, lo que fue un salto al vacío, un castigo que él sufriría.
Un beso rechazado, un “te quiero” no pronunciado, un abrazo evadido, una mirada amenazadora, pero a la vez llena de ternura… ¿de verdad ella lo quería? Pero él estaba conforme con estar con ella y ser correspondido, aunque fuese de esa forma tan apática.
Ella siempre ausente, nunca era posible verla fuera de los horarios a los que estaban sujetos por obligación. Quererla y depender de ella era algo doloroso para él. Todas sus tardes se llenaban de melancolía ante el anhelo de volver a verla, perderse en sus ojos y olvidar su triste realidad por un instante, con sus caricias. Envuelto en su dulce y delicada voz parecía que nada malo podía pasar nunca..
Le advirtieron, pero él confiaba mucho en ella. Confiaba demasiado en ella y los que la rodeaban. Ella se enfadó sin motivos, y con el silencio como única respuesta, aquello le trajo días de amargura. Más tarde fue abandonado a través de una nota. A medida que iba leyendo, una sensación de pánico le invadía, y los latidos de su corazón dejaban de tener sentido. Unas simples palabras escritas estaban provocando en él el más fuerte dolor que había sentido nunca. Una intensa presión en el pecho acompañada de un nudo en la garganta y de lágrimas que no dejó salir, manifestaron su aflicción. Su sonrisa borrada para siempre, sus ilusiones reducidas a escombros… sólo pensaba dejarlo todo de lado.
Intentó ser fuerte, pero aunque pensaba que no tenía importancia, que ella no merecía la pena, sus sentimientos le contradecían. Todo había sido mentira. Una mentira preciosa pero dolorosa, un error irremediable. No encontraba motivos a aquella ruptura. Las lágrimas brotaban en soledad por aquel primer, único y último amor. Al dormir se cerraba el telón de su horrible realidad y no deseaba más que no volver a despertar y permanecer eternamente en aquel sueño dónde todo era perfecto y él la volvía a abrazar. Pero ya no había vuelta atrás. Ella paseaba con otros mientras él todo lo había perdido.
Al filo de una gran altitud, en el borde de aquel puente, él ya había perdido los motivos para vivir. Creía no ser útil sin ella y buscó la huída fácil. Su frágil mente decidió un paso al frente, diciendo a todos sus problemas adiós. Tan sólo sufrió una de las vertientes del amor: la muerte.
¿Es tu favorita? ¡Vota aquí por ella!
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