martes, 12 de octubre de 2010
En un beso...
Mi corazón se puso a cien. La había visto.
Pero ella no venía sola. Venía con él.
Me saludó, y yo sonreí. Al menos intentaba que pareciese una sonrisa.
Ella giró la cabeza y lo miró con esos profundos y bellos ojos marrones.
Entonces un beso intenso se produjo entre los dos.
Los demás sonrieron. Había veces que me parecía bonito, pero esa no fue una de ellas.
Bajé la cabeza. Observar esa escena me producía un dolor semejante a una apuñalada en mi mustio corazón.
Deseé morir, pero mi anhelo no se cumplió.
SJ Kitten.
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