Mi corazón ya está negro. Fue oscureciendo poco a poco. Antes una persona le hacía mantener un pequeño espacio de color rojo. Y quiero creer que aún es así. Ella sigue llenando mi corazón, pero ya solo me transmite sentimientos en la penumbra.
Soy el espectador de mi propia muerte. Soy mi propio carroñero. Me alimento del amor que le queda a mi corazón sabiendo que me estoy matando. Lo lamento por aquellos que alguna vez me amaron, pero voy a fingir que no tengo corazón. ¿Dejará de dolerme así? Posiblemente no. Ya he visto bastante.
Entonces, ¿para qué intentarlo? Prefiero encerrarme en mi propia oscuridad, e imaginar que es hermosa.
Ya lo he hecho otras veces. Una más seguro que me hace daño. Y con cada punzada de dolor, me acerco más a la muerte. Es un buen plan, ¿no?
SJ Kitten.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Dinos qué piensas de nuestros escritos.