jueves, 16 de diciembre de 2010

Tortura.

Quisiera haberlo hecho. Cada día me torturo pensando en que las cosas podrían haber sido diferentes.

Pero era pequeño e ingenuo. No sabía que mis sentimientos iban a aumentar dos años más tarde.
Creía que tendría toda la vida para pensar en la forma de decírselo. Que habría tiempo. Que, posiblemente, las cosas surgieran solas. Pero no. En cuanto se abrieron las puertas del infierno aquel quince de septiembre y realmente me di cuenta de que me pasaría los próximos seis años en aquel tugurio sin ella, quise volver atrás.

Más que nunca.

Pero sigo en el purgatorio. Durante tres años más. No sé si podré soportarlo.

Y por eso te pido ayuda. Quiero hablar contigo. Abiertamente y en persona, de esto.
O al menos quisiera un abrazo. Tus abrazos me calman. Me hacen olvidarme del mundo.
Es que no puedo obtener ayuda de mis amigos. Están, no tan mal, pero como yo. Y cada vez que intentan ayudarme hablan de sus él o ella, lo que nos deprime aún más, a todos.

Tampoco puedo pedirle ayuda a mis padres. Mi padre, cuando se enteró, me sugirió que dejase de hablar contigo una temporada. Si quieres que haga eso, lo haré por ti. Pero eso no me ayudaría. Cada día que no hablo contigo, me sumo en una tristeza más profunda que la de costumbre.

¿Mi hermana? Antes de saber mi situación, y quién era ella, me decía que podía ayudarme. En cambio ya no. No esperaba que estuviese tan enamorado de ti.

Así que espero que podamos hablar el veintisiete. Y avanzar en esto. Porque lo necesito. Poder contarle a alguien lo que verdaderamente siento. Y tú eres la única en la que puedo confiar.

SJ Kitten.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Dinos qué piensas de nuestros escritos.

Looking for something?